jueves, 22 de abril de 2010

Estar...

En las manos senti la nieve,
fue como sentir profundos deseos,
y el deseo de percibirte se hizo más real,

estuve en medio de una batalla
entre heroes que son distintos,
que gritan promesas vacias
a quienes no aprecian las palabras,

y él (que soy yo),
sintió derretirse lo frio de sus manos,
y te entrego lo que tenia
quizo rendirse a ti,
como el invierno se rinde a la primavera,
y solo quizo
dormir en tus hombros.
llorar sobre tus huellas,
perderse en lo oscuro de tu vestido mas nuevo,
volver a ser niños juntos,
amar cada centimetro de acortarse la distancia,
hasta que los corazones se estrechen tanto
que tus latidos son los de él,
y los latidos de él los tuyos,
hasta que las almas se confundan en un abrazo,
hasta que logren tocar el cielo con las manos
esperar el tiempo necesario,
borrar los miedos
contemplarse únicos
y ser.