martes, 27 de julio de 2010

a la divinidad, despues de...

Ven y acércate...
convierte el temor y las dudas,
conviértelas en el abrazo cálido de la nocturna voz inconfundible tuya...
apacigua las corrientes de liquido sinuoso
de ella y de mi,
de nosotros,
vuélvenos al inicio de la travesía,
cuando ella reía complacida de las mañanas,
cuando en silencio le deseaba el cabello en los dedos,
convierte el largo suspiro de los dos,
abraza al fin las almas deseosas de un poco mas de lujuria...
comprende nuestra necesidad de lo mas de ti,
de la esencia tuya... amor.

...luego me doy cuenta de la hora,
otra vez la media noche...
mi amor, estamos siendo nuevamente
el par de mejillas que se buscaban el calor en simples roces,
siendo nuevamente
los dos que se decían... nada después de la madrugada,
y así por siempre detrás del lino en tu rostro,
que se me hizo un instante como lino de hilos tranparentes,
te beso y para luego sentir bordes únicos...

...luego me doy cuenta de la hora,
comparto cierta rutina contigo,
apaciguarme el frio despertar encerrado en un sonoro canto
antes, claro, purificaste las manos tuyas, en un manantial artificial...
deséame en la otra taza de café,
y contengo las ganas de abrazarte...
para sonreír envuelto en pasión y hojas de papel,
escrituras escondidas y cielos despejados...

...luego me doy cuenta de la hora,
y recuerdo tus palabras...
"...ya nos conocemos mucho mejor..."

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