Por supuesto… ¿Cómo negarle poesía a mi amada?
…como si mis deseos fueran los egoístas imparables de todo este cielo purpura que se hace rojo como sangre, se derrite escarlata y se percibe un olor a heridas recién cortadas,
…como no se le puede quitar al sol el fuego que acaba con todo a su paso, esas sus llamas que llenan de la sed desierta de Rocío… desierta y ausente de ti,
…como más profundo el abismo mientas me hago más liviano y más pequeño,
…como no se le puede negar al viento que traiga el frío a tus manos,
y también en las noches,
…como evitar oír gritos o llantos que no puedes entender, o al temblor equivocarse de labios, o de manos o de piernas o decirle al silencio que más no me deje sordo de gritos ausentes, o al dolor no estar en el sitio adecuado cuando no sé si te tengo cerca…
…como a la desesperación y el nudo en la garganta, o en manos que se mueven inquietas, como el momento en que te lea esto y me mires diciendo que calle… tal vez que muera sediento…
…así de imposible… así de difícil es negarte un poco de poesía…
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